Nits de Llampecs

Como si se tratase de un cuadrilátero a punto ofrecer la campanada de inicio, la tensión se mascaba en el “Miserias”, casa que albergaba tal velada en su sesión más castiza, pues era la del vermut y dominical. De un lado de las cuerdas se encontraba el público que ansiaba la presencia de su contrincante para que así diese comienzo la razón de este encuentro, del otro lado y en procesión hacia una victoria garantizada, hacían presencia los componentes del grupo, The Magnificats, los cuales representados por la única voz que se permiten, la de su presentador particular, rompieron el hielo con el primer acorde, transportándonos así a otros tiempos, otros momentos, otros estados de ánimo, a un tiempo donde lo único que importa es la música, la buena música sin fecha de caducidad.

En estos momentos donde lo que importa es lo que vende, lo comercial, las estrategias y demás, no puede ser de otra manera que acabemos valorando de nuevo la esencia, y donde uniformados para que nadie se alce sobre nadie y lo único destacable sea el sonido compacto del “grupo”, triunfe el amor al arte.

Durante un total de 40 temas demostraron ante el público que aún no viviendo de la música, si se puede vivir por la música, la cual te hace trabajar duro en los descansos que te tolera la realidad, para que cuando tengas una contienda de estas magnitudes salgas por la puerta grande, la cual se quedó pequeña en esta ocasión, ocasión que habrá repetir, y no me cabe duda, en breve.

Álvaro Polo

 

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